El arte romanico:
El románico puede considerarse el primer estilo internacional debido a la unidad que en cuanto a formas se observa en toda la cristiandad. Se da en Europa alrededor de los siglos X al XII. Al ser una época muy teocéntrica, casi todo el arte es religioso. Excepto algunas murallas, castillos y unos pocos palacios, todas las construcciones son religiosas.
El románico puede considerarse el primer estilo internacional debido a la unidad que en cuanto a formas se observa en toda la cristiandad. Se da en Europa alrededor de los siglos X al XII. Al ser una época muy teocéntrica, casi todo el arte es religioso. Excepto algunas murallas, castillos y unos pocos palacios, todas las construcciones son religiosas.
bóveda de medio cañón y bóveda de arista |
tipos de pilares romanicos
La decoración al exterior se concentra en las portadas
(relieves), y también en listeles, baquetones o cenefas horizontales y
verticales, que subrayan los volúmenes, y canecillos, que sostienen los
aleros. Al interior, la decoración se concentra en el presbiterio, y
suele consistir en pinturas al fresco.
IGLESIAS DE PEREGRINACIÓN.- Cuando se pone de moda visitar reliquias de santos,
las peregrinaciones, algunos templos (San Pedro en Roma, el Santo
Sepulcro en Jerusalén, y Santiago en Compostela) se convierten en
destino de miles de peregrinos, y deben adaptarse a las nuevas
circunstancias, aumentando su tamaño, construyendo una girola o deambulatorio (como una especie de prolongación de las naves laterales) alrededor del altar bajo el que se construye la cripta que
alberga los restos del santo, de manera que los peregrinos pueden
visitar las reliquias sin interrumpir la celebración. Alrededor de la
girola se construyen capillas más pequeñas o absidiolos. Sobre las naves laterales se construye una tribuna que
da a la nave principal y que acogía el descanso de los peregrinos, y
que tenía ventanas que recogían la luz del exterior. Otros ejemplos son
Santa Fe de Conques y San Saturnino de Toulouse.LOS MONASTERIOS.- En una sociedad tan religiosa, va a ser frecuente que hombres y mujeres busquen la cercanía de Dios aislándose del resto de la sociedad. Así surgen los monasterios, un conjunto o bloque de edificios (casi siempre rodeados por una muralla) donde los monjes viven alejados del mundo (normalmente en el campo) siguiendo la regla de San Benito (“Ora et labora”), aunque luego surgirán otras órdenes religiosas. El edificio principal es la iglesia, en cuya lado sur suele construirse el claustro (un pórtico columnado más o menos cuadrado con una fuente, huerto o jardín en su interior). Alrededor del claustro estaban otras dependencias del monasterio: la sala capitular (donde se reunían los monjes), el refectorio (comedor), el dormitorio (normalmente pegado a la iglesia, para permitir a los monjes la oración nocturna), la hospedería y el scriptorium y biblioteca (lugar de estudio y donde se copiaban los libros, escritos a mano).
Otros edificios se situaban más hacia fuera: cocinas, almacenes, establos, etc. Uno de los primeros monasterios europeos fue Saint Gall, en Suiza, del que se conserva un curioso plano virtual; otro fue Cluny, en la Borgoña francesa, que contribuyó a la extensión del románico, o Santo Domingo de Silos en España
Santa Magdalena de Vezelay:
Se trata de un edificio religioso, un templo románico de los
s. XI y XII, localizado en Vezelay, (Borgoña, Francia) de autor o autores
anónimos.
Vemos el interior de la iglesia, cuya planta es de cruz latina con el transepto poco
pronunciado y nártex. La cabecera es ya de factura gótica con girola y capillas
radiales. El muro exterior fue posteriormente reforzado con arbotantes también
góticos. Tiene tres largas naves (de 62m), cubiertas con bóvedas de arista,
aunque originalmente la bóveda central de la nave principal era de medio cañón.
Cuando se hundió la bóveda de cañón con el incendio de 1120, los arquitectos de
Vezelay aprendieron de la experiencia y
cubrieron la nave central con bóveda de arista, sistema que hizo que el
edificio fuera más sólido.
El interior se organiza en dos niveles, separados por una
línea de impostas con decoración geométrica. El primer nivel, bajo la línea de
impostas, está determinado por los arcos formeros que separan la nave central
de las laterales. Sobre él tenemos un segundo nivel de muro en el que se abren
unas pequeñas ventanas, que dan bastante luz, pues sobre las naves laterales no
hay tribuna, pese a ser una iglesia de peregrinación.
Destacan, rompiendo la sobriedad, los arcos fajones en la
nave central con dovelas alternantes de piedra caliza blanca y rojiza, que nos
recuerdan los arcos de la mezquita de Córdoba. Igual alternancia encontramos en
los arcos formeros, que separan las naves laterales de la central. Estos arcos,
igual que los de la nave central, descansan a través de columnas adosadas, en
potentes pilares cruciformes, sobre los que también está adosadas las columnas
sobre la que descansan los arcos formeros de las naves laterales, formando una
segunda línea de impostas en los pilares, a un nivel inferior a la primera.
Como motivos decorativos destacan la línea de imposta con
motivos geométricos, los capiteles decorados con relieves narrativos, y los
tímpanos de las portadas, con una importante imagen del Juicio Final.
Vezelay era uno de los lugares de peregrinación más
importantes (buscando los milagros de la santa titular), donde acudían muchos
peregrinos, y con ellos creció una gran actividad de ferias y mercados. Después
de Cluny, era la abadía más rica de
Borgoña.
El templo actual se construyó después del incendio de 1120.
Es una de las obras maestras del románico borgoñón y punto de arranque de una
de las cuatro vías de peregrinación que surcaban Francia hacia Santiago. La
construcción prosigue hasta 1215.
A mediados del s XVI fue saqueada por los hugonotes y
luego fue parcialmente destruida en la Revolución Francesa. El arquitecto
Viollet-le Duc la restauró a finales del XIX.
San Clemente de Taull:
Se trata de un
edificio religioso, un templo cristiano de estilo románico (ss. XI-XII) de
influencia lombarda, situado en Tahull, al norte de Cataluña, de autor anónimo.
En planta se
ve que la iglesia consta de tres pequeñas naves que se cierran ligeramente
hacia la cabecera, rematadas en sendos ábsides. La nave central es más alta y
más ancha que las laterales, separadas de la misma por dos hileras de cuatro
arcos formeros de medio punto que descansan sobre columnas de piedras unidas
con argamasa. En la fachada sur encontramos una torre campanario exenta de
planta cuadrada.
El material
empleado en los muros y la torre es la piedra, pero la parte inferior es de
sillarejo o mampostería, mientras que en el resto de los muros se usan sillares
de mejor calidad. La techumbre es a dos aguas, de tejas de pizarra, sostenida por
vigas de madera, materiales abundantes en la zona. No hay, por tanto, bóvedas
en las naves. Por eso, el muro carece de contrafuertes, pues no los necesita.
Sin embargo, en los ábsides encontramos bóvedas de horno (de ¼ de esfera). Los
vanos son escasos, reduciéndose a dos pequeñas puertas, una en la entrada
principal y otra en el lado sur, y ventanas muy estrechas abocinadas en los
ábsides (tres en el central, y una en cada uno de los laterales).
En el exterior
los ábsides están decorados a la manera lombarda, con lesenas o bandas
lombardas (semicolumnas adosadas al muro –como en este caso- o más
generalmente pilastras que lo dividen en sectores verticales, unidos en la
parte superior por una pequeña arquería ciega), dispuestas de la siguiente
manera: tres bandas con tres arquillos cada una en los ábsides de las naves
laterales, el paño central con una estrecha ventana, y otras tres bandas con
cuatro arquillos cada una en el ábside mayor; en este caso, cada uno de los
tres paños tiene una ventana. Sobre la línea de arquillos hay friso decorado
con esquinilla (friso de ladrillos colocados de manera que muestran al
exterior el vértice de sus esquinas), el mismo motivo que encontramos en el
interior en algunos de los capiteles. En el interior, los ábsides están
decorados con hermosas pinturas al fresco y cuentan con una hornacina cada uno.
La torre
campanario es cuadrada y está exenta, aunque edificada muy cerca del muro del
edificio, en el ángulo del muro sur junto a la cabecera. Tiene seis
pisos, torre cuadrada y ventanas geminadas a los cuatro lados en cada piso,
excepto el primero que solo tiene una y el tercero que es triple; todos los
pisos están coronados por cinco arcos ciegos de estética lombarda. Los tres últimos pisos llevan a manera de
imposta una decoración de esquinillas como la de los ábsides.
La arquitectura románica de influencia lombarda arraiga muy
fuerte en Cataluña. Las noticias de lombardos en Cataluña son muy antiguas.
Hacia el año mil ya se les menciona como maestros constructores, son los magistri
comacini, constructores que toman su nombre del lago Como en el norte de
Italia, en Lombardía. En 1123 el obispo Raymond, antiguo prior de San Saturnino
de Toulouse, consagra esta iglesia. Las famosas pinturas al fresco del
Pantocrátor que encontramos hoy son sólo una réplica porque las originales
están en el Museo de Arte de Cataluña, en Barcelona
Esta iglesia se encuentra en el valle pirenaico del Boí,
Lleida, a unos 1500 m
de altura, donde hay otras preciosas iglesias románicas de influencia lombarda.
El primer tercio del XII es un momento importante para la corona de Aragón que
consolida las conquistas a los musulmanes.
Colegiata de San Isidoro de León:
Se trata de una obra arquitectónica, un templo cristiano de
estilo románico situado en León, construido en varias etapas, las más
importantes entre los s. XI y XII. El edificio de época románica (mandado
construir el rey Alfonso VII y su hermana Doña Sancha) fue terminado por el
arquitecto Pedro Deustamben y consagrado en 1149.
El material utilizado es la piedra. Tiene planta de cruz
latina, que consta de tres naves con seis tramos. El transepto tiene una sola nave bastante amplia, casi tan ancha como
la nave central, con un solo tramo a cada lado cubierto con bóveda de cañón.
Dos grandes arcos torales con intradós polilobulado, de clara influencia
islámica, inician cada brazo del transepto. Las naves laterales son muy estrechas, cubiertas con bóvedas de
arista, e iluminadas por pequeñas ventanas. Están separadas de la nave central
por arcos formeros doblados y peraltados, que descansan en pilares con
semicolumnas adosadas con capiteles decorados con relieves. La nave central es bastante alta,
cubierta con bóveda de cañón que sostienen arcos fajones doblados. Sobre las
arquerías de las naves laterales se abren ventanas sobre líneas de imposta
decoradas con taqueado jaqués que dan luminosidad a esta nave central. En los
pies de la nave vemos un coro, en un nivel superior, sostenido por un arco
carpanel, de la misma etapa gótica que el presbiterio. En la cabecera nos encontramos con tres ábsides semicirculares. El
central, más grande, fue sustituido posteriormente por un gran presbiterio
gótico. Los más pequeños tienen bóveda de cuarto de esfera.
A los pies, y desde el interior, se entra en el Panteón
Real, construido unos 100 años antes de la actual iglesia. Se trata un espacio
cuadrangular cubierto con bóvedas vahídas sostenidas por pilares con columnas
adosadas y columnas, sobre las que hay bellas pinturas románicas.
Esta iglesia, construida en el Camino de Santiago, fue favorecida por los reyes al traer desde Sevilla la las reliquias de San Isidoro, que desde entonces se convertirá en protector de la casa real. Conocemos el nombre del arquitecto (lo cual es raro en el románico) porque está enterrado en el propio templo, con una inscripción alusiva sobre su lápida.
Esta iglesia, construida en el Camino de Santiago, fue favorecida por los reyes al traer desde Sevilla la las reliquias de San Isidoro, que desde entonces se convertirá en protector de la casa real. Conocemos el nombre del arquitecto (lo cual es raro en el románico) porque está enterrado en el propio templo, con una inscripción alusiva sobre su lápida.
Samtiago de Compostela:
Se trata de una obra arquitectónica, una iglesia de
peregrinación cristiana dedicada al apóstol Santiago, de estilo románico,
situada en Santiago de Compostela (Galicia). Sus constructores son
desconocidos, aunque sabemos que se mandó construir por el obispo Diego Peláez
y su construcción prosiguió durante el obispado de Gelmírez (1128). El material
utilizado es piedra de granito, muy abundante en la zona.
En planta vemos una típica cruz latina (símbolo de la cruz
de Cristo), con tres naves y un transepto (también de tres naves y con fachadas
a cada lado, la de la Azabachería al norte y la de las Platerías al sur) que se
cruzan delante del altar en un crucero cuadrado cubierto por un cimborrio
octogonal. Tiene girola y 9 absidiolos en la cabecera y transepto. A los pies
vemos un nártex, en el que encontramos el Pórtico de la Gloria. Es un edificio
grandioso, el mayor templo románico de la Península. En el interior encontramos
la nave principal cubierta con bóveda de medio cañón sostenida por arcos
fajones. Las bóvedas se sostienen mediantes pilares compuestos que presentan
semicolumnas adosadas, organizadas de forma tal que la semicolumna que mira
hacia la nave central se eleva a lo largo de toda la altura de la misma, hasta
alcanzar el inicio del arco fajón correspondiente. A cierta altura, en la
primera línea de impostas, salen los arcos formeros, doblados y peraltados.
Sobre ellos, y a cada lado de la nave principal encontramos los vanos pareados
de una tribuna que descansa sobre las naves laterales (éstas, cubiertas con
bóveda de arista) tanto en la nave principal como en el transepto. La
iluminación, escasa, procede de las ventanas de las tribunas, y de otras más pequeñas, situadas en algunos
tramos de las naves laterales.
Todo el espacio interior del templo está organizado de
manera que los fieles (tras concluir aquí su peregrinación hasta la tumba del
apóstol Santiago) pudiesen acceder al sepulcro del apóstol sin estorbar la
liturgia. Asimismo, el tamaño del templo y las tribunas servían para acoger a
una gran cantidad de peregrinos. La importancia de la catedral y de la propia
ciudad de Santiago viene dada por albergar el sepulcro de uno de los doce apóstoles
de Cristo, redescubierto en el s. IX. Esto la convirtió en el final de uno de
los caminos de peregrinación más importantes de la Cristiandad (el Camino de Santiago), que
facilitó los intercambios culturales entre España y el resto de Europa. La
fachada actual –el Obradoiro- (de Fernando Casas y Novoa), así como el
cimborrio, y la puerta de la Azabachería (de 1740) son de época barroca.
Conjunto de Pisa
monumental basílica de 5 naves, la
central cubierta por un artesonado y las laterales con bóveda de arista. La
planta es de cruz latina, con el transepto cerca de la cabecera, rematado con
un ábside a cada lado. Sobre el crucero se levanta un cimborrio con una cúpula
de ladrillo. La fachada, de mármol gris y blanco con discos de mármol
coloreado presenta un basamento de 7 arcos ciegos (las puertas de entrada en el
central y en el segundo y quinto arco) y sobre él 4 niveles de galerías de
arcos de medio punto sobre columnas con capiteles corintios; en la 2º y en la
última se dibuja la inclinación de los tejados, pareciendo el remate un pequeño frontón. En los laterales se repite
el mismo esquema de arcos ciegos (esta vez en tres niveles), aunque presentan
pequeñas ventanas de manera alternante. El edificio tiene un aire de basílica
romana antigua, tomado de los numerosos ejemplos que existen en los
alrededores. Sin embargo, el interior recuerda al arte bizantino, por los
mosaicos y la decoración.
El baptisterio (el más grande de Italia) es un enorme
edifico circular situado a los pies del duomo. Al igual que éste presenta
mármol blanco y varios niveles de arquerías ciegas y galerías con arcos de
medio punto, con la curiosidad de que algunos de ellos están rematados por
gabletes. El espacio está cubierto por una cúpula hemisférica en cuyo centro se
ha levantado otra pequeña cúpula troncocónica.
El campanille o Torre Inclinada es un cilindro que
comenzando por una planta baja de arquería ciega, tiene 7 pisos de galerías de
arcos de medio punto con una escalera de caracol en su centro, siendo el último
piso más estrecho. Mide 56 m. de altura, y su inclinación se debe a la
naturaleza arenosa del terreno. Los constructores intentaron corregir la
inclinación ya durante su construcción y por eso las columnas de los diversos pisos no son paralelas
entre sí. En la actualidad, algunas obras de ingeniería han fijado la
inclinación del edificio, evitando su posible derrumbe.
En Italia es corriente que estos espacios, que en otros
lugares aparecen integrados en un solo edificio, aparezcan separados, aunque
próximos (como vemos también en el caso de Florencia). Es una manifestación del
poderío de la iglesia en la etapa románica. Aparte, Pisa es una floreciente
ciudad-estado, con ricos burgueses que financian un gran conjunto
arquitectónico como exponente de la riqueza y esplendor de su ciudad. Su
comercio con Oriente influye en algunos toques del estilo, aunque todo el
conjunto responde también al estilo del románico toscano.
Portico de la catedral de Jaca:
PRESENTACIÓN
Nos lo
encontramos en la Catedral de San Pedro de Jaca, que se empezó a construir en
el último cuarto del siglo XI, en Huesca, en la fachada oeste y, es de estilo
románico. Se trata de una obra de arte escultórica, concretamente un
bajorrelieve en piedra situado en el tímpano de la entrada principal. Su autor
es anónimo. Su temática es religiosa.
DESCRIPCION.
La técnica
es de bajorrelieve, como es propio de un románico más primitivo, y observamos
las características propias de la plástica de este estilo: podemos ver que hay
una fuerte simetría, las figuras han perdido la mímesis propia del mundo
grecorromano: geometrización, desproporción, ausencia de perspectiva y
realismo, y gran expresividad, aunque el rostro del único ser humano que
aparece representado aparece inexpresivo, sin dejar traslucir sentimientos o
estados de ánimo, con el hieratismo que también es propio de la escultura
románica. Los relieves aparecían policromados con colores brillantes y planos,
pero esta policromía ha desaparecido con el paso del tiempo. La escultura se
adapta al marco, aunque en este caso no observamos distorsiones o posiciones
extrañas, ni “horror vacui”, como es normal en otras manifestaciones
escultóricas del mismo estilo. La presencia de numerosas inscripciones tampoco
es corriente en el arte románico. Por todo esto, este tímpano está muy lejano a
lo que luego se hará en el románico pleno, como las representaciones que
encontramos en Moissac, Santa Fe de Conques, el Pórtico de la Gloria, etc.
COMENTARIO
Sobre el
tímpano semicircular encontramos el Crismón, monograma simbólico de Cristo de
origen paleocristiano. Se compone de una X (la letra “ji” en griego) y una P
(la letra “ro” en el mismo idioma) entrelazadas, las dos primeras letras de la
palabra Χριστός , Cristo en griego.
Encontramos el Crismón completado con una cruz a la que se le añade al extremo
de cada brazo las letras alfa y omega (primera y última letras del alfabeto
griego, simbolizando a Cristo como principio y fin de todo) y con la letra S en
el lado inferior de la cruz, que junto con la O (el círculo) y la T (la cruz)
completan el nombre.
El Crismón
está dentro de un círculo que a la vez que la letra “o”, es también símbolo de
eternidad y de perfección. Dentro de él, recorriéndolo, encontramos una
inscripción alusiva al triunfo sobre el pecado. Igual significado tienen las
inscripciones que aparecen a cada lado del Crismón, y la que hay en el dintel,
en sentido horizontal.
El círculo
está flanqueado por un león a cada lado, símbolo de poder divino; uno de ellos
pisotea a un hombre junto a una serpiente, símbolo del demonio y de la
tentación al pecado, y el otro aplasta dos animales fantásticos (uno de ellos
un grifo) mortales para el hombre. Ambos leones representan el triunfo de Cristo,
el Salvador, sobre el pecado y la muerte.
Este relieve
está realizado en el siglo XI, cuando todo se centra en la religión
(teocentrismo medieval), y las esculturas de la época tienen casi siempre un
carácter didáctico, pues se representaba “la Biblia en piedra” para la gente
que no sabía leer. Además, Jaca está en el Camino de Santiago y su importancia
deriva de que esta iglesia estaba pensada para acoger a los peregrinos que iban
a Santiago de Compostela a visitar la tumba del apóstol.
Portada del cordero de San Isidoro de León:
Vemos en la imagen una obra de arte de tipo escultórico,
concretamente un relieve en piedra situado en el tímpano de una de las puertas
de la basílica de San Isidoro, en León. Su autor es anónimo. Es de estilo y
época románica (principios del s. XII).
El relieve está compuesto por varias lajas de piedra que se
han esculpido por separado y luego se han juntado hasta formar el tímpano. Está
protegido por una serie de arquivoltas, decoradas alternativamente con arcos de
palmetas. La más exterior tiene una decoración de taqueado jaqués. El dintel
que lo sostiene no es recto, sino de menor altura en los extremos, sostenido
por cabezas de carnero. La composición, en dos niveles, está presidida en su
parte superior por un círculo (símbolo de eternidad y perfección) sostenido por
dos ángeles, en cuyo interior hay un cordero con un halo de santidad que con
una de sus patas sostiene una cruz. A ambos lados de esta imagen, otros ángeles
portando cruces cierran este nivel superior. En el nivel inferior contemplamos
la escena del sacrificio de Isaac: A la derecha vemos a Sara que junto a la
cabaña despide a Isaac, montado en un asno; luego se descalza al llegar al
lugar sagrado, y en el centro vemos a su padre Abraham también descalzo a punto
de sacrificar a su hijo, que lleva las manos atadas a la espalda, pero es
detenido por la mano de Dios; más a la izquierda vemos un ángel que le ofrece
un carnero cuya pata delantera se enreda en la vegetación, y cierran la
composición un personaje de pie y otro a caballo que dispara un arco,
probablemente los criados que acompañan a Abraham. La composición es típica del
románico: vemos la jerarquía de respeto (mayor tamaño de la mano de Dios y de
Abraham), horror vacui, adaptación de las figuras al marco por sus tamaños y
posturas, falta de naturalidad y de proporción, aparición de un mismo personaje
varias veces en la misma escena, ausencia de paisajes, superposición de
escenas... Sin embargo, vemos también una gran expresividad, propia del que
busca dejar claro el mensaje, muy acorde con el carácter didáctico de la
escultura románica y con su valor simbólico.
En esta época el arte es casi siempre religioso. La
influencia de la Iglesia es enorme, y una muestra de esa influencia era la
importancia que tenían las iglesias de peregrinación y los caminos que llevaban
a ellas. Uno de estos caminos, el más importante, era el Camino de Santiago,
que partiendo de Europa atravesaba Francia y el norte de España para llegar a
Santiago de Compostela. A lo largo de este camino, se construyeron numerosas
iglesias que recogieron la influencia del románico europeo, como esta de San
Isidoro de León. El tema del sacrificio de Isaac está en consonancia con la
peregrinación (también Abraham y su familia dejan la seguridad de su tierra
para encontrarse con Dios) y la posibilidad de redención que ésta conlleva.
Además de estos relieves, la Iglesia de San Isidoro alberga el Panteón de los
Reyes, bellamente decorados con pinturas al fresco también de estilo románico.
Portico de las Platerias de Santiafo de compostela:
PRESENTACIÓN.- Se trata de la portada sur de la catedral
de Santiago de Compostela, llamada así por la presencia estos talleres en la
plaza próxima. Sus autores son el Maestro Esteban, y otros desconocidos
llamados Maestro De Conques y Maestro de
la Traición. Se terminó hacia 1117 y es de estilo románico. El material
utilizado es mármol (en algunas columnas y relieves) y granito.
DESCRIPCIÓN.- Es una doble puerta de
medio punto abocinada cuyos tímpanos están sostenidos por 4 ménsulas en forma
de cabeza monstruosa. El tímpano de la puerta izquierda está dedicado a las
Tentaciones de Cristo, personificando el triunfo del bien sobre el mal. En la
parte inferior derecha aparece una mujer vestida con una túnica larga transparente,
que deja en evidencia su anatomía, cabello largo y despeinado y con una
calavera entre sus manos. En otra escena ángeles demoníacos colocan al Señor
sobre el pináculo del templo, otros le presentan piedras y le retan a que las
convierta en pan y otros le muestran los reinos del mundo que le regalarían si
les adorase; pero también aparecen ángeles bondadosos adorándole con
incensarios. A la izquierda, ya en la pared, se reconoce la imagen del rey
David sentado en su trono con las piernas cruzadas tocando un instrumento
musical.
El tímpano
de la puerta derecha está dedicado a la Pasión de Cristo. Aparecen escenas
dedicadas al Prendimiento, el Cirineo, la Flagelación y la Coronación de
espinas; en un plano superior vemos la adoración de los Magos, y otras sin
identificar con claridad. En las jambas de las puertas aparecen apóstoles y
profetas haciendo las veces de guardianes del paraíso y ángeles trompeteros en
las enjutas exteriores de los arcos. En la enjuta central vemos dos leones
sobre los que se levanta un crismón, y sobre él un relieve de Jesús, que es
evidentemente posterior.
Las once
columnas (todas colocadas simétricamente atendiendo a su material y decoración)
de las puertas son de granito excepto las de los extremos y la del centro que
son de mármol, y todas tienen capitel corintio. Mientras que las columnas de
granito están decoradas con motivos geométricos o lisas, las tres de mármol
blanco están adornadas con relieves que representan santos y apóstoles.
Sobre las
arquivoltas se muestra un ancho friso cuyo centro está ocupado por la figura de
Cristo bendiciendo; le acompaña al apóstol Santiago. También están
representados dos leones que soportan un crismón, el Padre Eterno dentro de un
medallón con las manos abiertas y rodeado de ángeles; san Andrés, la Virgen
María y el Niño Jesús, san Juan y la expulsión de Adán y Eva del paraíso,
además de otras muchas figuras.
Todo este
conjunto está rematado por un alero sostenido por canecillos decorados con
motivos antropo y zoomorfos, y sobre él dos ventanas de arco de medio punto
abocinadas y con arquivoltas con decoración geométrica, las más pequeñas
polilobuladas.
COMENTARIO.-
Podemos citar características que hacen que este conjunto escultórico sea
típico del Románico: carácter monumental, esculturas trabajadas en relieve,
adaptación al marco arquitectónico, jerarquía en función del tamaño,
antinaturalismo, horror vacui y función didáctica. La puerta de las
platerías es uno de los conjuntos escultóricos más curiosos del Románico, no
sólo por la frescura y calidad de alguno de sus relieves, sino por el hecho de
ser, en gran medida, resultado de una recomposición posterior al primitivo plan
de la obra. De hecho, sabemos con seguridad de muchos de los relieves (muchos
del friso, algunos grupos y figuras de los tímpanos, u otras figuras sueltas,
como la del rey David) procedían de la vieja fachada occidental y de la antigua
fachada de la Azabachería, ya desaparecidas, que probablemente los tímpanos
eran originalmente algo más pequeños. Esto se nota en la desconexión de la
iconografía, las distintos autores que se aprecian y la “forzosa adpatación”
(por no decir rotura) de algunas figuras para encajarlas en su marco
arquitectónico. Es en todo caso un románico anterior al pórtico de la Gloria,
más tosco y menos naturalista, pero muy expresivo. En este sentido destaca la
figura de la mujer descrita más arriba, que con su calavera en el regazo podría
representar (y esto da idea de la confusión de los expertos) a la Lujuria –como
dice e Codex Calixtinus-, a Eva, o a María Magdalena penitente. Tales programas iconográficos
adquirían un sentido que ahora se nos escapa debido a las modificaciones que
esta portada ha sufrido a lo largo del tiempo.
Portico de la Gloria de Santiago de Compostela:
PRESENTACIÓN.- Se trata de la portada sur de la catedral
de Santiago de Compostela, llamada así por la presencia estos talleres en la
plaza próxima. Sus autores son el Maestro Esteban, y otros desconocidos
llamados Maestro De Conques y Maestro de
la Traición. Se terminó hacia 1117 y es de estilo románico. El material
utilizado es mármol (en algunas columnas y relieves) y granito.
DESCRIPCIÓN.- Es una doble puerta de
medio punto abocinada cuyos tímpanos están sostenidos por 4 ménsulas en forma
de cabeza monstruosa. El tímpano de la puerta izquierda está dedicado a las
Tentaciones de Cristo, personificando el triunfo del bien sobre el mal. En la
parte inferior derecha aparece una mujer vestida con una túnica larga transparente,
que deja en evidencia su anatomía, cabello largo y despeinado y con una
calavera entre sus manos. En otra escena ángeles demoníacos colocan al Señor
sobre el pináculo del templo, otros le presentan piedras y le retan a que las
convierta en pan y otros le muestran los reinos del mundo que le regalarían si
les adorase; pero también aparecen ángeles bondadosos adorándole con
incensarios. A la izquierda, ya en la pared, se reconoce la imagen del rey
David sentado en su trono con las piernas cruzadas tocando un instrumento
musical.
El tímpano
de la puerta derecha está dedicado a la Pasión de Cristo. Aparecen escenas
dedicadas al Prendimiento, el Cirineo, la Flagelación y la Coronación de
espinas; en un plano superior vemos la adoración de los Magos, y otras sin
identificar con claridad. En las jambas de las puertas aparecen apóstoles y
profetas haciendo las veces de guardianes del paraíso y ángeles trompeteros en
las enjutas exteriores de los arcos. En la enjuta central vemos dos leones
sobre los que se levanta un crismón, y sobre él un relieve de Jesús, que es
evidentemente posterior.
Las once
columnas (todas colocadas simétricamente atendiendo a su material y decoración)
de las puertas son de granito excepto las de los extremos y la del centro que
son de mármol, y todas tienen capitel corintio. Mientras que las columnas de
granito están decoradas con motivos geométricos o lisas, las tres de mármol
blanco están adornadas con relieves que representan santos y apóstoles.
Sobre las
arquivoltas se muestra un ancho friso cuyo centro está ocupado por la figura de
Cristo bendiciendo; le acompaña al apóstol Santiago. También están
representados dos leones que soportan un crismón, el Padre Eterno dentro de un
medallón con las manos abiertas y rodeado de ángeles; san Andrés, la Virgen
María y el Niño Jesús, san Juan y la expulsión de Adán y Eva del paraíso,
además de otras muchas figuras.
Todo este
conjunto está rematado por un alero sostenido por canecillos decorados con
motivos antropo y zoomorfos, y sobre él dos ventanas de arco de medio punto
abocinadas y con arquivoltas con decoración geométrica, las más pequeñas
polilobuladas.
COMENTARIO.-
Podemos citar características que hacen que este conjunto escultórico sea
típico del Románico: carácter monumental, esculturas trabajadas en relieve,
adaptación al marco arquitectónico, jerarquía en función del tamaño,
antinaturalismo, horror vacui y función didáctica. La puerta de las
platerías es uno de los conjuntos escultóricos más curiosos del Románico, no
sólo por la frescura y calidad de alguno de sus relieves, sino por el hecho de
ser, en gran medida, resultado de una recomposición posterior al primitivo plan
de la obra. De hecho, sabemos con seguridad de muchos de los relieves (muchos
del friso, algunos grupos y figuras de los tímpanos, u otras figuras sueltas,
como la del rey David) procedían de la vieja fachada occidental y de la antigua
fachada de la Azabachería, ya desaparecidas, que probablemente los tímpanos
eran originalmente algo más pequeños. Esto se nota en la desconexión de la
iconografía, las distintos autores que se aprecian y la “forzosa adpatación”
(por no decir rotura) de algunas figuras para encajarlas en su marco
arquitectónico. Es en todo caso un románico anterior al pórtico de la Gloria,
más tosco y menos naturalista, pero muy expresivo. En este sentido destaca la
figura de la mujer descrita más arriba, que con su calavera en el regazo podría
representar (y esto da idea de la confusión de los expertos) a la Lujuria –como
dice e Codex Calixtinus-, a Eva, o a María Magdalena penitente. Tales programas iconográficos
adquirían un sentido que ahora se nos escapa debido a las modificaciones que
esta portada ha sufrido a lo largo del tiempo.
La pintura romanica:
Pantocrator de San Vicente de Taull
Hay que decir que todas las de las características de la escultura románica (esquematismo, geometrización, expresividad, simbolismo, frontalidad, falta de perspectiva, simetría, horror vacui temática religiosa, carácter didáctico, adaptación al marco arquitectónico…) se aplican también a la pintura. Esta se va encontrar en el interior de los templos, normalmente al fresco, decorando los techos, las paredes y también la bóveda del presbiterio y de los ábsides. Otro tipo de pintura la encontramos en los frontales de altar, consistentes en tablas de madera rectangulares colocadas en el altar de manera que los fieles pudieran contemplarlas desde sus asientos. En este caso, la técnica utilizada es la pintura al temple. Y por último, podemos mencionar las bellas miniaturas que decoraban los libros religiosos de esta época. Como pintura, podemos decir que los colores son vivos (amarillo, rojo, azul, naranja, verde…), planos (es decir, sin matices, o con muy pocos), y las figuras suelen estar perfiladas por gruesos trazos de color negro, con poca ilusión de relieve. Es normal la falta de paisajes o fondos concretos (de hecho, el fondo suele ser plano, monocromático). Las formas arquitectónicas también suelen estar marcadas con líneas de colores.
PINTURA MURAL.-
En las bóvedas de los ábsides un tema bastante repetido es Cristo Pantocrátor (Cristo
como juez de todo lo creado) dentro de una especie de almendra
(“mandorla” en italiano) rodeado de los símbolos de los 4 evangelistas
(el Tetramorfos: un ángel –o un hombre- representa a San Mateo; un águila, a San Juan; un toro, a San Lucas; y un león, a San Marcos), o la Virgen (también
en una mandorla). En las paredes del ábside, bajo el Pantocrátor
tenemos figuras erguidas de apóstoles, santos o la Virgen. Son famosas
las pinturas de las iglesias de Santa María y de San Clemente en Tahull (Lérida), así como los frescos de Maderuelo (Segovia), un buen ejemplo de adaptación al marco, así como un raro ejemplo de desnudo en las figuras de Adán y Eva, y de San Isidoro de León,
donde, como novedad, aparecen temas relacionados con las estaciones y
los trabajos agrícolas. El uso de la técnica del fresco ha permitido que
estas pinturas hayan llegado a nosotros con un estado de conservación
relativamente bueno.