Renacimiento
se entiende como “renacer” de las formas olvidadas de la antigüedad
clásica, que se contraponen a la “oscuridad” de la Edad Media,
reinterpretándolas en torno a la proporción, unidad y al sentido clásico
de belleza (entendido como cosmos, o sea, “orden”). Este retorno a la
Antigüedad se concreta en el antropocentrismo o humanismo, alejándose
del teocentrismo medieval. La valoración del individuo también comprende
al artista, que se enorgullece de su obra, y reivindica un nuevo
status: no es un artesano, sino un intelectual cuyas obras proceden de
una reflexión teórica, a la que contribuye el conocimiento de las
teorías y manuales artísticos de los antiguos romanos (Vitrubio y sus
diez libros de la arquitectura, por ejemplo). Junto a la Iglesia, ahora
aparece un fuerte mecenazgo civil (los Médici, los Montefeltro, los
Sforza, Malatesta, o el papado), debido al prestigio que los artistas
les aportarán. El Renacimiento se inicia en Italia en el Quattrocento
(s. XV), y continúa en el s. XVI en el llamado Quinquecento (hasta 1527)
y el Manierismo (hasta finales de siglo)



2. ARQUITECTURA DEL QUATTROCENTO.- En Italia, la presencia de los restos
arquitectónicos romanos hizo que nunca se perdiera del todo la herencia
clásica. Aunque los mejores ejemplos (el Coliseo, el Panteón…, que por
cierto se conservarán y se excavarán) se encontraban en Roma, fue en
Florencia donde surgió una serie de intelectuales neoplatónicos
(Marsilio Ficino, que estableció la igualdad verdad = belleza = Dios)
que sentaron las bases de la nueva arquitectura (Lucca Paccioli en de
divina proportione estudia el número áureo –1/1,61–



y su aplicación a la arquitectura) y su relación con la armonía y el buen gusto. Todo esto se va a concretar en:
- el uso de elementos constructivos clásicos, pero no exactamente igual
que en la arquitectura griega o romana. Los órdenes arquitectónicos
(dórico, jónico, corintio, toscano…) se emplearán superpuestos
(influencia del Coliseo). Se vuelve al arco de medio punto y a la bóveda
de medio cañón (pero no la románica, sino la que imita las formas
romanas), la de arista, y sobre todo, la cúpula hemisférica, de la que
va a ser referencia la del Panteón de Roma. Tampoco faltan las cubiertas
de artesonados que recuerdan las de las basílicas paleocristianas. Como
en Roma, va a ser el muro el verdadero elemento sustentante, y la
aportación de la columna va a ser frecuentemente decorativa.



- en las
fachadas domina la horizontalidad, pero sin dar sensación de pesadez debido a la corrección en
las
proporciones: se utilizará el almohadillado en las plantas bajas de los
edificios, pero el uso de muros lisos sobre éstas darán sensación de
ligereza. Hay preferencia de la línea recta sobre las curvas, y se usará
decoraciones con guirnaldas, medallones y esgrafiados.


- los interiores se decoran con motivos tomados de la Antigüedad Clásica romana, como grutescos (motivos decorativos descubiertos en la excavación –grotta– de la Domus Áurea de Nerón a finales del s. XV), candelieri, putti (amorcillos), veneras, cornucopias. Hasta la mitad del siglo, la decoración es sobria, pero en la segunda mitad encontramos un esplendor decorativo.
- Las plantas, muy cuidadas
matemáticamente, tienden a ser centrales, o en todo caso, a unificar el
espacio incluso en las plantas de cruz latina, gracias al uso de
interiores anchos y desahogados. Desaparece la tensión longitudinal
propia del gótico.
- como novedad, entre los tipos de edificios aparece el palacio urbano, y
otros edificios no religiosos como hospitales y bibliotecas, pero por
supuesto se siguen construyendo iglesias y fortalezas. El palacio urbano
aparece aislado, con cierto aire de fortaleza debido al almohadillado,
conjugando funciones públicas y privadas. Suele constar de un patio
central cuadrado y tener tres alturas, con superposición de órdenes. -
los materiales empleados son variados: ladrillo, sillares de piedra (se
usará mucho el almohadillado), mampostería (normalmente disimulada con
placas de mármol o piedra, como hacían los romanos).
3. ARQUITECTURA DEL QUINQUECENTO.- Desplazado definitivamente de
Florencia a Roma el epicentro artístico, la ciudad de los Papas, centro
de poder religioso y político albergará los proyectos más logrados y
ambiciosos. No olvidemos que en esta época Roma se está renovando: Julio
II, León X y Alejandro VI (el papa Borgia) se empeñan en modernizar la
ciudad y reconstruir la basílica del Vaticano. El dinero afluye en
cantidad gracias a las bulas papales (que por otro lado contribuirán a
crear el problema protestante). Aunque la arquitectura del XVI asume en
general lo visto en el Quattrocento (especialmente a lo que a proporción
se refiere), la palabra que mejor define la arquitectura del
Quinquecento es monumentalidad, dándose más importancia al carácter
estructural (masas, vacíos) de la obra que a sus aditamentos
decorativos. Un nuevo modelo de edificio será la villa de recreo (no con
finalidad agrícola).

tema 19. evolución de la
arquitectura renacentista italiana: Brunelleschi, Alberti, Bramante y Palladio.
El primer arquitecto del
Quattrocento que rompe con la tradición gótica es
Filippo Brunelleschi.
Nacido en Florencia, tras perder frente a Ghiberti el concurso de las puertas
del baptisterio viaja a Roma donde se empapó de la tradición clásica: volúmenes
cúbicos, líneas rectas, proporción… Regresa en 1410, y gana otro concurso, en
1418, esta vez para terminar la
cúpula
de Santa María de las Flores, la catedral de Florencia. El espacio era de 41 m, más que el Panteón de
Roma.
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Santa María dei Fiori. |
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Santa María dei Fiori |
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Brunelleschi. Interior de la cúpula de Santa María dei Fiori
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Sobre el muro del tambor, de 4
m. de anchura, Brunelleschi hizo una estructura en forma de red, con 24 nervios verticales (8
principales, el resto secundarios) y 11 horizontales, construidos con ladrillos
colocados en espina de pez, lo que daba gran solidez al conjunto, reforzado con
tirantes de metal y madera que unían la cara interior y exterior de la
estructura. Ésta se fue construyendo por hiladas horizontales, sin necesidad de
cimbras. Así resultaron como 2 cúpulas, ambas apuntadas: una externa, más
grande, y otra interior más pequeña, dejando espacios huecos entre ambas, lo
que la aligeró bastante. Al exterior los 8 nervios principales están decorados
con mármol blanco, resaltando la volumetría externa. El conjunto está rematado
por una linterna cuyos 8 contrafuertes terminan en volutas, que ilumina la
cúpula igual que en Panteón, pero sin que la lluvia entre en la iglesia. Tiene
más de 100 de altura interior y casi 116 al exterior con la linterna, que se
concluyó tras la muerte de Brunelleschi.
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Brunelleschi. Capilla Pazzi, Cúpula desde el interior
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Brunelleschi. Capilla Pazzi (interior) |
Otra obra suya es la
capilla Pazzi, quizá la más “romana” de
sus obras: es una capilla funeraria de planta central, basada en la proporción
áurea, en la que utiliza arcos de medio punto, orden toscano, cornisas y
entablamentos clásicos. La cúpula cónica, muy ligera, es gallonada al interior, y tiene una pequeña
linterna y se levanta sobre un tambor. La decoración interior es sobria, con
esgrafiados que resaltan las líneas arquitectónicas.
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Brunelleschi. Iglesia del Santo Spirito
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Brunelleschi. San Lorenzo (planta)
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Brunelleschi. San Lorenzo (interior) |
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Brunelleschi. San Lorenzo (exterior) |
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Brunelleschi. San Lorenzo (interior) |
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Alberti fue otro gran artista, al que añadió una
portentosa cultura que le llevó a teorizar sobre la Arquitectura (
De Re
Aedificatoria), pintura, escultura y música. Una de sus obras más conocidas
es
San Andrés de Mantua, en la que
destaca la majestuosa fachada que recuerda a un arco de triunfo con un frontón
triangular, coronado a su vez por una bóveda de medio cañón abierta. Al
interior, una sola nave con capillas laterales y una bóveda de medio cañón de
casetones recuerdan el interior de las termas romanas.
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Alberti. Palacio Rucellai
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Michelozzo. Palacio Medici-Riccardi |
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El
Palacio
Ruccelai es un edificio de planta rectangular con patio interior porticado
en orden corintio, y tres alturas. La fachada, con predominio de líneas
horizontales fuertemente marcadas por los frisos que separan cada planta, está
almohadillada, aunque con distinta traza en cada planta. Cada planta está
dividida por pilastras (más estrechas cuanto más arriba), entre cada una de las
cuales hay un vano (pequeños ventanucos en la planta baja, ventanas geminadas
separadas por columnas enmarcadas por arcos de medio punto con un óculo en la
enjuta en los pisos superiores), creándose ritmos verticales y horizontales.
Existe superposición de órdenes (toscano, jónico, corintio). En la planta baja
vemos un banco corrido que servía para la espera de los clientes, y un zócalo
decorado con una imitación en piedra del
opus reticulatum romano. El
edificio está rematado por una cornisa sostenida por ménsulas. La planta baja
se destinaba a uso público, mientras que las superiores eran privadas. El mayor
tamaño de los sillares de la planta baja y la pequeñez de estos vanos le dan a
esta planta baja sensación de fortaleza. Este edificio se inspira en uno
anterior de Michelozzo, el palacio Médici-Ricardi.
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Bramante. San Pietro in Montorio |
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Bramante. San Pietro in Montorio (sección) |
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Bramante. San Pietro in Montorio (planta) |
Ya en el Quinquecento aparece
la figura de
Bramante, el arquitecto más famoso de su generación, del
que no obstante no nos quedan muchas obras, aunque fue el que diseñó la nueva
basílica de San Pedro. Su construcción más conocida es el templete de
San Pietro in Montorio, en Roma,
realizado por encargo de los Reyes Católicos en el lugar en el que según la
tradición murió San Pedro. Se trata de un pequeño templo de planta circular que
recuerda a los tholos griegos, períptero, de orden toscano, levantado sobre un
estilóbato y un pequeño podio. La cella (de 4,5 m) es circular con 3
puertas y cuatro vanos (uno entre cada puerta y el altar). Las columnas
sostienen un friso con triglifos y metopas sobre el que hay una cornisa, y
sobre ella, una balaustrada que rodea un tambor (decorado con nichos
alternativamente adintelados y en venera, y también con 4 vanos) que sostiene
un cúpula hemisférica rematada por una peana que recuerda a una linterna. Bajo
la cella hay una cripta que señala en lugar exacto de la crucifixión. Todo está
determinado por la proporción y la armonía, tomando el círculo como símbolo de
la perfección divina.
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Bramante. Planta de San Pedro en el Vaticano. |
Palladio, de una generación posterior, también
estudió el arte clásico y escribió
Los cuatro libros de la Arquitectura,
que tuvo gran difusión. Trabajó en la
zona de Venecia (donde construyó la
Iglesia
de Il Redentore), especialmente en Vicenza, donde realizó el Teatro
Olímpico, y sobre todo, su famosísima
Villa
Capra. Se trata de una villa de recreo, de corte profundamente clásico.
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Palladio. San Giorgio Maggiore |
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Palladio. Il Redentore |
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Palladio. Villa Capra |
Se
trata de una planta cuadrada con 4 fachadas iguales que convergen en una cúpula
central alrededor de la cual se organizan las estancias. Una planta inferior,
para el servicio, sirve para elevar el conjunto, al que se accede por amplias
escalinatas flanqueadas por muretes. En cada fachada hay un pórtico jónico
hexástilo con fuste liso, rematado por un frontón triangular, apenas decorado
por dos pequeños óculos y un escudo en el centro. Encontramos estatuas sobre
los vértices de cada frontón y sobre los muretes de cada escalinata. Esta
construcción se inspira en el Panteón, y a su vez, inspiró otras obras, como la
casa de Thomas Jefferson en Monticello, o el Albert Hall.
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Pallado. Villa Capra (sección y planta) |
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Thomas Jefferson. Villa de Monticello |
TEMA 20: La escultura renacentista: Donatello y Miguel Ángel
1. CARACTERÍSTICAS.- la abundancia
de esculturas de época romana en Italia, y el conocimiento que de ellas
tenían los escultores, hizo que el paso del Gótico al Renacimiento no
fuera tan brusco como en la arquitectura. Algunas características ya se
habían iniciado en el Gótico, pero se perfeccionan en el Quattrocento:
Naturalismo, importancia de la figura humana, independencia respecto a
la arquitectura, aplicación de la perspectiva (en el relieve) y la
aparición de nuevos temas no religiosos: mitológicos, retratos,
alegorías… Y reaparece el retrato ecuestre.
2.- QUATTROCENTO.- La escultura se inicia con Ghiberti,
que rompe con el gótico en las puertas del baptisterio de la catedral
de Florencia (tras ganar en 1400 el concurso a Brunelleschi,
representando el tema del Sacrificio de Isaac), con magníficos
relieves en bronce. Primero realizó los 28 paneles con marco
polilobulado de la puerta norte, y luego los 10 paneles la oeste
(conocida como Puerta del Paraíso), en la que empleó 27 años.
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Ghiberti. Puertas del Paraíso: Salomón y la reina de Saba |
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Ghiberti. Puertas del Paraíso |
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Ghiberti. Puertas del Paraíso: historia de Isaac |
Sin embargo, su discípulo Donatello está
considerado como el mejor escultor del Quattrocento. Colaboró con
Ghiberti en la realización de la Puerta del Paraíso, formándose como
broncista. Su estilo viene determinado por su conocimiento de la
estatuaria romana antigua, que fue a conocer a Roma junto con
Brunelleschi, por lo que sus obras son realistas, naturalistas, con
perfecto dominio de la anatomía humana, transmitiendo fuerza y emoción.
Retrató al ser humano en todas sus etapas, desde la niñez a la vejez.
Como en el relieve romano, utiliza el stiacciato y la perspectiva para
dar profundidad a sus relieves. En el San Jorge, esculpido para
el Orsanmichele vemos un volumen construido en diferentes planos de
profundidad y determinado, de arriba abajo, por tres óvalos: el rostro,
el pecho y el escudo, y todo ello dentro de un óvalo mayor. La obra
transmite la virtu del ciudadano, su categoría moral, el ideal
del caballero cristiano, apuesto, sereno, resuelto y contenido pese al
puño cerrado y el inicio de movimiento que se queda en una ligera
torsión del cuerpo y de la cabeza. En el David (1420) vemos la
primera estatua fundida en bronce desde la Antigüedad. Ahora nos
presenta un adolescente, desnudo, que parece no muy seguro de su
triunfo. Donatello nos ofrece una reflexión clasicista que nos recuerda a
Ghiberti. Con espada y Casco, contempla la cabeza que acaba de cortar
con la espada que lleva en la mano, mientras que la otra la apoya en su
cadera. El cuerpo realiza un gracioso contraposto, evitando la línea
vertical. En la Cantoría de la catedral de Florencia crea un altorrelieve de putti danzantes. Por último, veremos su retrato ecuestre en bronce del Condottiero Gattamelata (1450), de nuevo el primero desde la Antigüedad, evidentemente inspirado en el del emperador Marco Aurelio.
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Donatello. David |
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Donatello. Condottiero Gattamelatta |
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Donatello. Cantoria de la catedral de Florencia |
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Donatello. San Jorge |
3. CINQUECENTO.- La escultura encuentra su plena madurez con Miguel Ángel,
hombre de gran cultura, junto con Leonardo y Rafael prototipo del
humanista renacentista que dominaba con gran soltura todas las artes.
Está considerado el mejor escultor de todos los tiempos, si bien también
fue un gran arquitecto y pintor. Nacido y formado en Florencia junto a
Ghirlandaio, pasó luego a la escuela creada por Lorenzo de Médicis,
donde junto al broncista Bertoldo di Giovanni se familiarizó con la
escultura clásica, como vemos en el Baco ebrio. Era un escultor
nato, dotado por la naturaleza con este don de manera genial. Entendía
que la escultura era, al contrario de la pintura, eliminar materia: “la
escultura se hace a fuerza de quitar [materia de la piedra], pues lo que
se hace a fuerza de añadir se asemeja más a la pintura”.
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Miguel Ángel. Baco ebrio |
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Miguel Ángel. Piedad del Vaticano |
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Miguel Ángel. David |
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Miguel Ángel. Moises |
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Miguel Ángel. Esclavo |
En 1497 comienza la Pietá del Vaticano,
que le dio mucha fama. Se ve a una Virgen apenas adolescente sentada
que sostiene el cuerpo de Jesús sobre sus ampulosos ropajes. Su rostro
refleja un dolor sereno. La composición es piramidal. Pero su definitiva
consagración la consiguió con el David (1501),
una monumental escultura que encontró iniciada y desechada en un bloque
de piedra. Mide más de 4 metros, y destaca el perfecto estudio
anatómico de un cuerpo joven desnudo. Representa a David en el momento
en el que con la piedra en la mano y la honda al hombro, mira a Goliat
antes de lanzarle la piedra que lo derribará. El rostro transmite ira y
tensión, que contrasta con la serenidad de la pose de su cuerpo. Tuvo
tanto éxito que fue colocada en la plaza de la Signoría, convirtiéndose
en el símbolo de la ciudad. Viaja a Roma y recibe el encargo de realizar
el sepulcro de Julio II, para el que diseña un gran proyecto que sólo
se realizará en una pequeña parte, pero una de las figuras es
excepcional: el Moisés, que se convierte en el ejemplo de la terribilitá miguelangelesca, mezcla de fuerza arrebatadora y de serenidad que ya anuncia el manierismo. De esta misma época son los Esclavos, que también iban a formar parte de la tumba. Su siguiente gran obra son los sepulcros de los Médicis en
la Sacristía de San Lorenzo, donde logra captar la diferente psicología
de los retratados (Gugliano y Lorenzo de Médicis), uno frente a otro y
acompañados de figuras alegóricas del tiempo (la Aurora y el Crepúsculo,
el Día y la Noche). Sus últimas obras Pietá Palestrina, Pietá Rondanini -1560-)
muestran la crisis personal y social que sufre el artista (Saco de
Roma, problemas personales) en forma de un dramatismo prebarroco.
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Miguel Ángel. Sepulcro de Gugliano de Médici |
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Miguel Ángel. Piedad Palestrina |
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Miguel Ángel. Piedad Rondanini |
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Miguel Ángel. Sepulcro de Lorenzo de Médici |
21. CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LA PINTURA RENACENTISTA ITALIANA
Introducción.
Al
igual que ocurre con la arquitectura, la base de la pintura
renacentista la encontramos en los humanistas admiradores del mundo
grecorromano. Al aristotelismo, que había acercado el arte a la
realidad, se añade el neoplatonismo (Marsilio Ficino), que aporta el
idealismo. Así, sobre la base de realidad que ya habían descubierto los
primitivos flamencos, el espíritu intelectualista italiano integra la
naturaleza, idealizándola. Estos principios ya aparecen en De Pictura, de Alberti.
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También la pintura descansará sobre la geometría y las matemáticas,
como ya habíamos visto en Giotto, al que podemos considerar el último
pintor gótico o el primer renacentista. La perspectiva y la ciencia de
los números constituirán una obsesión de los pintores. Como hace Lucca
Pacioli, buscarán en el número el misterio del arte. En su libro “de Divina Proportione”
establece la armonía numérica, continuando la que se había establecido
ya en la época clásica. En su obra formula el principio de sección
áurea: “para que un espacio dividido en partes desiguales resulte
agradable, deberá haber entre la parte más pequeña y la mayor la misma
relación que entre la mayor y el todo”.
La nueva valoración social del artista hará
que ya no existan obras anónimas, que proliferen las distintas escuelas
y que haya cierta competencia entre ellas. Igualmente, los mecenas (al
tradicional mecenezgo de la Iglesia se le añade el de la aristocracia y
la burguesía) también compiten entre ellos por contratar a los mejores
pintores. Se establecen minuciosos contratos en los que se especifica
hasta el más mínimo detalle: tema, tamaño, figuras y su colocación,
etc., lo que ha redundado en una relativamente abundante documentación
sobre las obras de arte a partir de este período. Los más ricos incluso
se permitían tener “a sueldo” a importantes artistas que trabajaban en
exclusiva para ellos.
Características
-La recuperación de la mímesis.- La perspectiva,
perdida desde el arte romano, que había intentado reaparecer a finales
del gótico, se estudia desde el punto de vista geométrico-matemático,
perfeccionándose a lo largo del s. XV. De esta manera, al evidenciar el
punto de fuga y las líneas que confluyen en él, se consigue crear una
fuerte ilusión de profundidad o tercera dimensión sobre una superficie
que sólo tiene dos. A ello también contribuirá, en el XVI, el tratamiento de la luz (que sirve para definir sombras, planos y unificar el ambiente) y el color (que
sirve para dar relieve, profundidad y sensación de realidad),
recuperando la mímesis que también había existido en el arte de Grecia y
Roma. En el tratado de la pintura de Leonardo se evidencia el
conocimiento que el autor tenía acerca del comportamiento de la luz y
los colores en relación a la distancia a su entorno. El estudio de la anatomía humana (recordemos
los cuadernos de Leonardo) y su proporción también aporta realismo y
naturalismo a las representaciones. Los fondos y el paisaje cobran
gran importancia al convertirse en el lugar donde se colocan las
figuras y objetos, guardando además la proporción entre ellos. El
tratamiento que recibe es tan importante como el que se aplica a las
figuras, convirtiéndose en ocasiones en el verdadero protagonista del
cuadro. La perfección en la captación de la realidad llega a su punto
culminante en la primera mitad del s. XVI, con Rafael.

-Los temas se amplían, pues junto a los temas religiosos –que
siguen siendo los más abundantes, especialmente las representaciones de
la Virgen o Madonnas- se consolidan temas profanos que ya habían
aparecido a finales del gótico, como la alegoría (ideas abstractas representadas como imágenes. Por ejemplo la representación de los sentidos, del vicio versus la virtud, etc.) y el retrato,
que intenta además reflejar la psicología o carácter del personaje,
cuidando mucho la expresión, la posición de las manos, la riqueza de los
vestidos, los gestos… Y también refleja el afán de la aristocracia o la
burguesía de inmortalizarse, y aparecen otros nuevos como los mitológicos (con el uso del desnudo), y ya en el XVI, bodegones y paisajes.

-Las técnicas usadas son la pintura al temple, normalmente sobre tabla, y desde el último tercio del XV, el óleo,
primero sobre tabla y más tarde sobre lienzo, lo que facilitará la
creación de pinturas de gran tamaño. El uso de esta técnica posibilitará
la veladura, unas calidades y un detallismo inimaginable (excesivo en
el Quattrocento), con el uso incluso de pinceles de un solo pelo.
También será importante la pintura al fresco.
-El dibujo predomina sobre el
color, utilizándose como delimitador de las formas, de manera que los
contornos son nítidos (incluso demasiado en el Quattrocento, delimitados
por líneas).
-Las composiciones suelen ser
claras, estáticas, predominando las piramidales y con cierta simetría.
En todo caso, se independizan del marco arquitectónico y suelen ser
mucho menos rígidas que en el gótico.
Periodización
El Quattrocento es el
período de formación, que comprende el s. XV y se centra en la ciudad de
Florencia, donde hubo una increíble explosión de creatividad y
genialidad (Masaccio, Fra Angelico, Piero della Francesca y Botticelli).
ElQuinquecento es el período de plenitud, en el que los artistas
consiguen la mímesis en su totalidad, y aunque Florencia sigue siendo
un centro artístico notable, cede su puesto a Roma, donde trabajarán los
artistas más importantes (Leonardo, Rafael, Miguel Ángel, Tiziano). Y
por último el Manierismo, que desde antes de la mitad del s. XVI,
es un estilo que ya anuncia el Barroco, introduciendo desequilibrio y
tensión en las composiciones (Tintoretto, Veronés, Arcimboldo)
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